Copiapegamos de ELDIARIO:ES
La presión de vecinos y activistas ha impedido el desalojo de
esta vecina de Barcelona que sufre el síndrome de sensibilización
central y que vive desde hace años prácticamente incomunicada
Barcelona ha sido testigo de otro intento de
desahucio. En este caso de María Goretti, una gallega de origen de 38
años que padece el síndrome de sensibilización central, una patología
que incluye el síndrome de fatiga crónica, fibromialgia y a sensibilidad
química. María tiene dificultades para pagar el alquiler de su piso
desde 2013, después de dejar el trabajo debido a su enfermedad, y tenía
previsto el desalojo de su casa para hoy, a raíz de los impagos. Pero
contra lo que estaba previsto, la presión de los vecinos y activistas de
500x20 y la PAH ha parado la expulsión.
Este era el tercer intento de desahucio que sufre María
desde el 2013. Entonces su entorno se puso en contacto con los servicios
sociales de Barcelona, que le aseguraron que le buscarían un piso de
protección oficial. Pero a estas alturas todavía lo espera. Y de todos
modos el traslado sería problemático, porque su actual piso está
adaptado para que pueda vivir en sus condiciones: las paredes están
pintadas con pintura ecológica y la electricidad es de bajo consumo.
Desde el Ayuntamiento de Barcelona aseguran, sin embargo, que han
tratado de asistirla a través de los servicios sociales desde que
conocen el caso, pero que ella nunca ha querido colaborar, con lo que no
pueden hacer nada. Entre otras negativas, afirman que se resiste a
abrir la puerta a los trabajadores sociales del Servicio de Atención
Domiciliaria.
María vive prácticamente incomunicada, ni tiene internet ni sale a la
calle, y el único contacto que mantiene con el exterior es a través de
sus amigos más cercanos y los abogados del colectivo Ronda, aparte de la
televisión. Gran amante de los
deportes de riesgo, dice que actualmente –ironías del destino– su gran
riesgo es no caer al suelo cuando va al baño.
La presión vecinal ha hecho que los Mossos comunicaran a
los abogados de María, a las 10 h, que el desahucio estaba parado. Ni
siquiera la comisión judicial se ha acercado a su domicilio, en la calle
Sant Antoni Maria Claret, en el barrio del Guinardó de Barcelona,
aunque el procedimiento habitual suele ser que sea ésta la que comunica
la paralización de los desahucios a los afectados.
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