Me siento incapaz de expresar lo que quiero decir, no me salen las palabras, titubeo y lloriqueo, nada coherente. Lo tengo en la cabeza pero intento reflejarlo inútilmente. El imsomnio y las lloreras no son de ayuda. La vida es una cabrona que no te deja relajarte, sin tregua, otra aventura y otra y toma problemas y ahora algo bueno, luego mas cosas que no, maldita vorágine odiosa.
Las malas noticias oscurecen mas nuestra alma enferma, bloqueado por no saber afrontar la pérdida, solo, a la deriva en un mundo que se hace cada vez mas reducido y hostil.
El único consuelo es que el acuerdo es por las dos partes, uno que se quiere ir y deseo concedido.
Tengo tanto que decir como que callar y en este momento lo mejor es callar y escuchar.
Y descansar, y querernos, y sobre todo decírnoslo.
TE QUIERO MUCHO, JODER Y YO TAMBIÉN TE QUIERO MUCHÌSIMO.
El maestro Leonard Cohen tuvo la suerte de nacer el mismo año que mi padre lo que demuestra sin duda que fue un año excepcional y el año pasado nos dedicó el mejor concierto al que he ido nunca sobre todo por la compañía. Los ateos apuntamos mas bajo en la búsqueda de luces y por ejemplo rezamos a nuestros padres, adoramos a nuestras madres y dedicamos cantos celestiales a nuestras hermanas, nos perdonamos, nos cuidamos, nos abrazamos y sobre todo nos queremos por encima de todas las cosas. Amor del bueno, puro , TERRENAL.
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