COPIAPEGADO DE PIJAMASURF
En los últimos años la depresión ha sido
una de las enfermedades mentales más comunes entre la población
general. Para muchos es como una tristeza, pero quienes la padecen
aseguran que es más que esto, pues se vive como un malestar tan
desmesurado que parece abarcarlo y consumirlo todo, como si fuera
imposible escapar de él.
La humanidad ha conocido antes ese
estado, que en otras épocas ha sido llamado acedia, melancolía y quizá
bajo algún otro nombre, y que también en esos casos ha tenido como rasgo
común la paralización del ánimo, como si no se pudiera hacer otra cosa
más que sufrir.
Más allá de las explicaciones y
tratamientos en torno a la depresión, una de las preguntas más
constantes que surgen cuando se le encara es cómo actuar frente a una
persona que se encuentra en un momento de su vida dominado por dicho
mal.
Quizá la primera respuesta sea “querer
ayudar”, también es común consolar, dar ánimo, en algunos casos
preguntar a la persona por qué se siente así, y quizá algunas otras
cosas, en muchos casos bajo la premisa de que la depresión es un estado
de ánimo que, como la tristeza a la que tanto se le parece, se soluciona
con un abrazo y una plática.
Y quizá sí, pero antes la persona que se
entristece patológicamente tiene que pasar por otras cosas, tiene que
andar su propio camino, salir por sus propios medios del pantano.
Y justo por eso compartimos esta cita de
Stephen Fry, actor, comediante y presentador inglés que por varios años
vivió una intensa depresión. Quien conozca la labor de Fry pero no este
detalle biográfico quizá se sorprenda al intentar compaginar ambos,
pues se trata de un hombre sumamente ingenioso, culto e incluso exitoso.
¿Cómo podría alguien así caer en depresión? Sin embargo, sucede, porque
la depresión no tiene que ver con ninguno de esos rasgos. Pero no menos
cierto es que por eso mismo Fry tiene un entendimiento sensible e
interesante del malestar. Dice el actor:
Si conoces a
alguien que está deprimido, por favor hazte el propósito de nunca
preguntarle por qué. La depresión no es una respuesta directa a una
situación adversa. La depresión es más bien como el clima. Intenta
entender la oscuridad, el letargo, la desesperanza y la soledad por la
cual atraviesa. Procura estar ahí para cuando esa persona llegue al otro
lado.
Es difícil ser amigo de alguien que está deprimido, pero es uno de los actos más generosos y más nobles que puedes hacer.
¿Qué te parece? ¿Coincides con Stephen Fry? No dejes de compartirnos tu opinión en la sección de comentarios de esta nota.
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