Hoy hace dos meses que te has ido y aún te veo en el patio tomando el sol o fumandote un cigarrito. Te veo por la calle paseando o parado mirando un escaparate. Miro mis manos y veo las tuyas, tus pies, tenías un dedo gordo que me alucinaba de pequeñín y el índice, redondeados, morenitos. Siento tu olor y oigo tus improperios viendo la Sexta, liandote una retahila de pitillos, que razón tenías en que " había que colgarlos a todos de la Plaza mayor, la Guillotina, pero primero que devuelvan los cuartos ".... cada noche sueño contigo, te huelo, me hablas de mala leche pero ya no me importa, es mas, lo echo de menos. Y esa mala leche la heredé toda yo, bueno, un tanto por ciento alto, soy tu fiel reflejo salvando las épocas , las distancias y las experiencias.
Veo tus fotos, el calendario, tu ropa, oigo tu música, malditos refritos de Tve, tus chistes, hacía tanto que no los contabas, los comentarios afilados o afiliados, todo me recuerda a tí........noto el vacio que me tiene aterido en la cueva, una rotura por dentro que me atrapa con saña y que nunca había sentido. Siento el dolor de la pérdida cada vez mas profundo. Cada día mas sudor frío, cada noche mas inquietud. La morfina esta me tiene sudado frío a una media de dos a tres camisetas por hora.
Buena media.
Tengo dos medicinas en casa, una cápsula de amor, ternura y comprensión a la que debo mi vida y otra pastillita pequeña de vida, risueñismo y empatía que tomadas al despertar amainan toda nubosidad tormentosa que ose aparecer.
Gracias a la naturaleza por no ahogar del todo y abrir siempre una bolsa de aire en los derrumbamientos internos.
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