Aclamado documental sobre una
sorprendente competición de jugadores de rugby cuadrapléjicos. A pesar
de su discapacidad, el film muestra lo duros y altamente competitivos
que estos deportistas en silla de ruedas pueden llegar a ser. Un
documental con excelentes críticas. A las sillas de ruedas donde están
recluidos no les importa cómo han llegado a ellas: accidentes de
tráfico, peleas a espina dorsal partida, infecciones bacterianas... Así
que, lisiados y todo, por qué no sacar partido de lo que queda, cuando
además están motorizados de por vida. La respuesta es el Murderball,
especie de rugby para tetrapléjicos, altamente competitivo y físicamente
violento donde los jugadores "tunean" sus sillas estilo coraza de
gladiador o fantasía Mad Max. El documental presenta el antes y después
de estos jugadores, las historias particulares que los llevaron a su
discapacidad, el dolor, la rabia y la lucha por adaptarse a su
minusvalía. Todos se toman la vida como viene: humor, mala leche y
naturalidad a partes iguales. Juntos forman el equipo americano de rugby
paralímpico, intentan competir en Atenas 2004 y, tras pasar por miles
de horas de rehabilitación, el trasero convertido en un acerico y mil
intentos de tirar la toalla y darse al victimismo, la palabra rendición
les suena a pecado.
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