El deporte nos entretiene, sin sudar ni lesiones, pero sobre todo por estos momentos en los que se acabó la pandereta y los OLÉs, les cubren con himnos a gran volumen, pero la voz no tiene barreras ni muros, atraviesa las barreras franquistas y sonroja a las garrapatas del pueblo.Como esto es lo mas cerca que nos van a dejar estar, pues se aprovecha.
Los estadios se silencian con playbacks pero los pabellones, ay Juanqui que vamos a hacer con tanto anti-franquistdigoooo monarquico.....el año que viene la copa que sea Urdangarin.
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