COPIAPEGA DE PIJAMASURF
La historia de la criminalización de la marihuana poco tiene que ver con la salud de las personas o con el beneficio público. En realidad responde a un cúmulo de agendas comerciales que desde hace décadas han visto en la marihuana, o en su consumo, un enemigo franco que amenaza sus opulentos negocios (aquí un buen documento al respecto).
La historia de la criminalización de la marihuana poco tiene que ver con la salud de las personas o con el beneficio público. En realidad responde a un cúmulo de agendas comerciales que desde hace décadas han visto en la marihuana, o en su consumo, un enemigo franco que amenaza sus opulentos negocios (aquí un buen documento al respecto).
En años recientes, conforme la marihuana
ha ido ganando terreno en Estados Unidos ante los insostenibles
argumentos en favor de la "guerra contra las drogas", se han comenzado a
registrar algunos de estos fenómenos sociales que originalmente
motivaron la cruzada contra la cannabis. En esta ocasión hablaremos de
los intereses de las grandes farmacéuticas, que en los lugares donde se
puede fumar marihuana libremente ven cómo las personas reducen
notablemente el consumo de diversos fármacos.
De los 17 estados que para 2013 habían
legalizado el uso de marihuana medicinal, todos registraron
significativas disminuciones en la prescripción de analgésicos,
ansiolíticos, antidepresivos y otros medicamentos. De hecho, en estos
mismos lugares el médico promedio emitió casi 4 mil menos dosis de
medicamentos (especialmente de analgésicos) en comparación con aquellos
estados que aún no legalizan la marihuana medicinal. Además, estos datos
sugieren que las personas en realidad están aprovechando las múltiples
cualidades médicas de esta planta y no sólo consumiéndola con fines
recreativos.
A continuación una gráfica que demuestra
claramente por qué legalizar la marihuana medicinal es un verdadero
"dedo medio" al Big Pharma y sus oscuros e hiperrentables intereses:
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